Daniel Bulacio es taxista, necesitaba sus anteojos (de lejos y de cerca) para poder trabajar ya que se le dificultaba ver desde hace un tiempo. Nos contó que hace 3 meses estaba buscando presupuestos y viendo la manera de comprarlos, pero no podía acceder a ellos. Se enteró de nuestro Banco de Anteojos y en 2 días obtuvo sus lentes.
Daniel estaba muy agradecido ya que podía usarlos para trabajar nuevamente, se sorprendió con lo mucho que cambiaba todo con los anteojos puestos y recordó que cuando era niño se reía de su abuela cuando no podía enhebrar una aguja sin sus lentes, hoy en día con sus problemas de visión entendió lo difícil que es realizar tareas cotidianas sin ver bien. Por nuestra parte, estamos contentos de haber podido ayudar a otra persona a cambiar su punto de vista.